Martín González, viudo de Benita Carranza, conviene con su yerno Manuel Molina, marido de María Josefa, en traspasarle su casa de morada en pago de lo que le tocó a su mujer de herencia materna y siempre que Molina se obligue a favor de los otros dos hijos de Martín y la Benita llamados Nicolás y Lorenzo La finca fue valuada por peritos en 400 pesos Se somete el convenio a la aprobación judicial.