Informe que el Consejo Representativo devolvió sin sanción, acompañando el decreto emitido por la Asamblea Constitucional el 4 de mayo de 1832 que dispone compeler, aún con apremio, a los padres de familia, para que envíen a sus hijos a las escuelas de primera enseñanza. El Consejo observa que la compulsión resultaría perjudicial para los labradores, artesanos y jornaleros pobres que necesitan auxiliarse con los servicios de sus hijos, quienes en la escuela tal vez no adquieren conocimientos de importancia y entretanto no han podido aprender un oficio, ni saben trabajar como sus padres
