El Fiscal de Hacienda hace observaciones al Jefe Supremo con miras de mejorar las rentas del Estado. Consisten estas mejoras en combatir mas enérgicamente el contrabando imponiendo cien pesos de multa al taquillero que se pueda probar la procedencia de su licor y lo mismo para el Tercenista y su tabaco. Respecto de fraudes en la Aduana propone premiar a los delatores y que la mercadería venga custodiada desde los puertos. El delator recibirá toda la cantidad que antes dividía con otros. Las penas del productor del contrabandista que no descubra dónde esta la fábrica que lo provee, igual cosa para el tabaco