Auto del Juez general de bienes de difuntos del reino de Guatemala, sobre un esclavo negro que Mateo Erdocia dejó en poder del deán de la Catedral de León. Este auto se dictó porque se creía erradamente que Erdocia había muerto ab instestato, siendo así que estaba vivo, según aparece de otros documentos. Testimonio del 15 de enero de 1775