Santiago de Bonilla y su mujer María Josefa de Oreamuno se hacen cargo de 100 pesos que redimió José Antonio de Oreamuno, y que son los de una capellanía fundada por Presbítero Juan Manuel de Casasola para Nuestra Señora de los Dolores, de 200 pesos cacao de la que rezó el Presbítero Francisco Robreso; de otra de 250 pesos plata fundada por Juliana Bonilla y que pertenece al Convento. Hipoteca su casa y un hato que tiene en Bagaces en El Peñón, con 900 reses. Tiene transcripción
