Depósito. Los albaceas testamentarios del Presbítero Félix de Alvarado, Juan José Bonilla, Presbítero José Gabriel del Campo y Ramón Jiménez, convienen en dejar depositados todos los bienes en Bonilla, quien se obliga a administrarlos hasta que cese el embargo que de ellos ha hecho el Gobernador. Bonilla se obliga junto con su esposa María Teodora Ulloa