Apelación interpuesta por José Luis Soto, como Cesionario de los derechos de varios patentados para la venta de licores en aquel puerto de la resolución tomada por la municipalidad en la que desestima su declaración para que se le devolviera la parte proporcional del valor de las patentes correspondientes a los días en que con motivo de las elecciones de primer grado, se ordenó el cierre de esos establecimientos. Terminado el 10 de enero de 1910